El Fin de la Abolición de la Esclavitud (1888)
La abolición completa de la esclavitud fue generalmente considerada como la causa más directa de la caída de la Monarquía. En 1888 el Emperador viajó a Europa y dejó a su hija, la Princesa Isabel, como Regente. El 13 de mayo de 1888, en respuesta al colapso de la esclavitud como sistema práctico, y cediendo a las presiones de los abolicionistas, Isabel firmó la llamada Ley Aurea que terminó con la esclavitud en Brasil.
Aún así, debe destacarse que a fines del siglo XIX, la esclavitud también estaba disminuyendo a causa de la presión ejercida por los trabajadores inmigrantes cuyos sueldos eran menores a los gastos necesarios para mantener esclavos.La Ley Aurea despertó reacciones entre los propietarios de esclavos, que rápidamente erosionaron las bases políticas de la monarquía.
Después de unos meses de crisis en el Parlamento, el Emperador fue depuesto el 15 de noviembre de 1889 por un movimiento militar que proclamaba la derogación de la Monarquía y el establecimiento de la República.La transformación institucional fue profunda y aunque el Emperador y su familia fueron tratados con respeto, se les ordenó abandonar el país. Acompañados por sus colaboradores más cercanos, se exiliaron en Francia. La mayoría de los líderes del país brindaron apoyo y colaboración al nuevo régimen; entre ellos se encontraba uno de los estadistas más destacados de Brasil, el Barón de Branco que, por medio de tratados y arbitrajes, logró soluciones para las controversias pendientes de Brasil con sus vecinos respecto de los límites fronterizos.
"La esclavitud es una condena, tanto para el dueño como para el esclavo, para el esclavo es la condena de su vida y para el dueño la de su alma".
"La esclavitud es una condena, tanto para el dueño como para el esclavo, para el esclavo es la condena de su vida y para el dueño la de su alma".